lunes, 19 de mayo de 2014

Las ermitas románicas de Bonansa (2h y 30 minutos aprox.)

Ruta circular Bonansa-Alto de Bonansa-4 ermitas románicas-Bonansa (12,5 kilómetros)

Esta ruta es muy espectacular, tanto por el encanto paisajístico del Pirineo Ribagorzano como por el patrimonio románico encarnado en cuatro ermitas románicas de hasta mil años de antigüedad. A mi me salió un día encapotado de estos tontos pero no dejé que le restara encanto al paseo.

Para empezar, quiero decir que o el Endomondo (aplicación que uso para calcular tiempos y distancias) va mal o están equivocados en la web de Bonansa, pueblo en cuyo término municipal se desarrolla el recorrido. En el sitio de Internet acertaban con la duración (unas 2 horas y media) pero no con la distancia (a mi me salieron 12,5 kilómetros en vez de los 7 que creí leer en la información oficial) Por otro lado, yo empecé y finalicé la Andadeta en el Alto de Bonansa pero, para menos líos, creo que será mejor si a vosotros os la explico partiendo del núcleo urbano de Bonansa.

Podéis llegar a Bonansa por Graus o por Benabarre (carretera de Laguarres) pero me parece un trayecto muy largo para explicarlo así que ya podéis ir usando el GPS o consultando esas webs que te calculan las distancias que no voy a hacerlo yo todo, hombre. Una vez aparcado el coche en el pueblo os dirigís hacia la zona de carretera que asciende hacia el Puerto de Bonansa hasta que veáis el sendero GR-15  que os indica cómo llegar a ese punto (tardaréis una media hora más o menos) El primer tramo es algo frondoso, con zarzas y malas hierbas, pero transitable. Después ya se despeja convirtiéndose en sendero de montaña que asciende suavemente hasta que llegáis al citado puerto de montaña, a 1.380 metros de altura (creo recordar).

Veréis un aparcamiento. Cruzad la carretera hacia el claro del otro lado y ahí veréis la señal y los postes indicadores para acceder a las dos ermitas que se encuentran en esa zona: santa Llusia y Sant Salvador (San Salbadó). El sendero alterna la ladera del monte, con un ligero ascenso, con las internadas en un bosque dominado por el pinar. Tardaréis unos tres cuartos de hora hasta llegar a los carteles que señalan, por un lado, que santa Llusia está a diez minutos y, por otro, por dónde hay que seguir hasta Sant Salvador y Bonansa.


Ermita de Santa Llusia
Vamos primero a la ermita de santa Llusia. Se puede abrir la puerta de entrada y te quedas en una antesala desde la que puedes admirar la ermita. Una puerta de reja impide acceder al resto del recinto. Unos metros antes podemos disfrutar de una magnífica vista en la que destaca el pueblo de Alins y, sobre todo, el macizo del Turbón, montaña emblemática de la Ribagorza y del Pirineo aragonés. Allí encontramos información sobre las 22 mujeres acusadas de brujería que fueron ajusticiadas en 1593.
Ermita de San Salbadó, una de las más antiguas del Alto Aragón (siglo XI)



Volvemos nuestros pasos unos diez minutos y ahora sí, comenzamos a descender hacia Bonansa y San Salvador. Al cabo de otros diez minutos volvemos a tener ante nosotros un nuevo desvío. Seguiremos el itinerario que nos conduce hasta la ermita de Sant Salvador, una de las más antiguas que se conserva en el Alto Aragón, de principios del siglo XI. Está ubicada en un lugar privilegiado desde el que tenemos otra vista espectacular del Pirineo en esa zona. Por cierto, hay que ser muy descerebrado para dañar el cristal de la puerta principal de la ermita. Me da pena la gente que encuentra ni siquiera un mínimo placer en el vandalismo, especialmente en lugares de tan alto valor cultural, histórico y patrimonial.


Retrocedemos esos diez minutos hasta el desvío que he comentado que nos encamina hacia Bonansa y las otras dos ermitas que completan el recorrido. Es una parte preciosa de la ruta que nos vuelve a internar por el bosque de pinos. A estas alturas entre los 1.300 y los 1.500 metros el color verde es el protagonista, incluso tapizando senderos que en lugares más bajos tiene el característico color marrón de la tierra. ¡Ojo!, como contrapartida, los senderos "forrados" son más resbaladizos, tanto para el pie como para los que llevamos vara.
Ermita de Sant Roc

Ermita de Sant Aventí
Llegamos a una pista forestal que baja directamente hacia Bonansa. Excepto algunos "alcuerces", el itinerario sigue esta pista que desemboca en un camino asfaltado. Pocos metros más adelante vemos la ermita de Sant Roc a pie del camino. Un sendero que discurre a la izquierda del pequeño templo nos guía hacia la última ermita, la de Sant Aventí, a la que llegaremos en unos diez minutos tras rodear, primero, y ascender, después, una loma. En la puerta de madera, hay un pequeño hueco a la altura de los ojos al que nos podemos asomar y contemplar la belleza sencilla del templo cuando se nos acostumbre la vista. Otros diez más y ya estaremos de nuevo en Bonansa.

¡¡¡Buena Andadeta!!!